Modus operandi

Ellos: Empiezan por las tetas. Si no tiene puede ser una gran amiga, una excelente compañera de trabajo o una mina bárbara para presentarle a sus amigos. Si tiene, pasan a la cara. Si es fulera se analiza la posibilidad de garchoneo - pero no con expectivas ni a corto, ni a mediano, ni a largo plazo. Si de cara es decente, pasan a la cola. Si no anda, pero pasó las primeras dos, ya se la pueden presentar a los mejores amigos. Si tiene una cola divina, se la presentan a la mamá.*

Update: Una mina a la que ves en verano dos días distintos y ninguno de los dos tiene pollera o muscolosa, está descartada. Si llamás a una chica un sábado a la tarde y no tiene planes para la noche, es alarmante. Mejor dejarla pasar. Si va a bailar con mochilita, es fácil. Si va a bailar con el pelo atado, no garchonea. Si tiene alianza, triplica punto palabra. Las que toman tragos de colores están desesperadas.

Nosotras: Empezamos por las manos, seguimos con la cara y relojeamos el cuerpo. Lo más importante es la parla. Siempre. Puede ser divino, pero si no sabe articular dos oraciones juntas, se descarta. Puede no estar tan bueno, pero si es pícaro, y entrador, se lo presentamos a mamá.

Update: Si usa leñadores, pantalones claritos y chomba Legacy, ni justicia. Si lo llamás un sábado a la tarde y aún no tiene planes para la noche, es alarmante. Mejor dejarlo pasar. O invitarlo a salir. Si cuando va a bailar usa productos para el pelo como gel o gomina, papelera de reciclaje. Si tiene alianza, triplica punto palabra. Si toma agua mineral (sin gas), o tragos de colores no se merece ni atención médica.

* el hombre que gentilmente nos explicó como funcionan ellos ante una mujer prefirió mantener su identidad bajo reserva.