Extraño a mi terapeuta. Hace unos días soñé con una sesión que tuve hace un par de años que duró no más de 10 minutos. Y la frase aún retumba entre las paredes (de la planta baja) de mi casa.
"El deseo se contruye entre la presencia y la ausencia, Mariana. Nos vemos el martes que viene?".
Gracias a mi rápido proceso de transferencia mis sesiones transcurrían en el diván, porque lo cierto es que si lo hubiese tenido cara a cara me paraba y aplaudía. Pero el asunto es que me dio fiaca, así que sonreí, me levanté, lo abracé, me sonrojé y me fui distinta. Casi tanto como si hubiera descubierto la fórmula de la Coca Light. Es que claro está, yo creía entender que entendía...
Hoy, dos años después, entendí todo. El deseo, que es primo hermano de la histeria, se acaba cuando enfrente te toca una mujer que lee Lacan. Y hace terapia.
Soy feliz. Entendí todo.
...
Repetir antes de dormir: Mariana no sos jodida, sos brava. Y tenés personalidad.
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